Pedro y el lobo

La importancia de conocer los instrumentos.

Coincidiendo con el comienzo de un nuevo curso escolar, me gustaría aprovechar para presentaros (aunque muchos probablemente ya la conozcáis) una gran obra musical de Sergéi Prokófiev que posee un gran valor didáctico: Pedro y el Lobo.

Mifusa Pedro y el lobo 2

Sobre la obra.

Se trata de una obra sinfónica para niños, compuesta en el año 1936, en la cual hay tanto música como texto, el cual va relatando el cuento infantil de «Pedro y el lobo». En esta composición, cada instrumento tiene asignado un personaje y un tema musical: Pedro, el protagonista, es representado por los instrumentos de cuerda (violín, viola, violonchelo y contrabajo); su abuelo, en cambio, se simboliza con el sonido del fagot, mientras que la flauta travesera representa a un pájaro o las trompas, al lobo, entre otros.

Lo interesante de esta pieza musical, y lo que más me gustaría resaltar en este post, es que en ella se muestra a los niños la gran cantidad de instrumentos que hay y lo diferentes que son unos de otros.

Importancia e influencia de «Pedro y el lobo»

Desgraciadamente, no todos los instrumentos musicales son igual de conocidos. De hecho, muchos de los alumnos que empiezan con el piano o con la guitarra, no saben reconocer un fagot por su sonido, no pueden distinguir un clarinete de un oboe o no conocen ni el nombre de la trompa, sino que, como mucho, sólo saben que «existe un instrumento de viento que es redondo». Este hecho es aún más triste cuando caemos en la cuenta de que, si los hubieran conocido antes, muchos de ellos, posiblemente, habrían descubierto en su momento que el instrumento que más les gusta y que querrían haber elegido para aprender era otro diferente al que ya estudian.

Para evitar que esto siga ocurriendo, lo mejor que podemos hacer es enseñar a los niños todos los instrumentos musicales que existen. Un futuro alumno de música debería de ver, escuchar e incluso tener un acercamiento con diferentes instrumentos en la medida de lo posible para que él mismo sea el que decida cuál le gusta más y elija el que quiere aprender a tocar, y con «Pedro y el lobo» podemos conseguir parte de ese acercamiento.

Mifusa Pedro y el lobo 1

Por otro lado, hay que evitar caer en el gran error de obligar a los niños a estudiar aquel instrumento que, por ejemplo, los padres piensan que es el mejor o tiene más salidas. Esta obligación desemboca, en muchas ocasiones, en cansancio por parte del alumno, aburrimiento, falta de motivación, querer dejar de estudiar música o incluso llegar a no gustarle nada. Cuando, desde un principio, ya se saben todas las opciones que hay, y asimismo tenemos la opción de elegir la que queremos, las posibilidades de seguir adelante con ese instrumento durante más tiempo y de disfrutar con él son muchísimo mayores.

Además de conocer los instrumentos, esta composición también nos ayuda a propiciar el acercamiento de los niños con la música de una manera más entretenida para ellos, siendo, en mi opinión, imprescindible que todos los niños disfruten de ella en algún momento antes de empezar a estudiar un instrumento musical, ya sea profesionalmente o como afición.


Esta obra ha tenido varias adaptaciones desde que se compuso, entre ellas la producida por Walt Disney en 1946 en la que pone nombres a los personajes y cambia el final para evitar que no sea de mucha impresión. En el siguiente vídeo podréis escucharla con la narración en inglés y con imágenes estáticas cuyo texto viene escrito.

 

 


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